Novak
Djokovic se clasificó para su tercera final del US Open después de
doblegar a Roger Federer en cinco mangas y tras levantar dos bolas de
partido en contra. El número 1 buscará ahora su primer título en la Gran
Manzana ante Rafael Nadal o Andy Murray.
El mejor tenista del año (por estadística, Novak Djokovic) se impuso mejor tenista de la historia (por números, Roger Federer)
por un marcador global de 6-7(7), 4-6, 6-3, 6-2 y 7-5 tras tres horas y
cincuenta minutos de juego en un choque disputado en el estadio Arthur
Ashe, que una vez más echó en falta un trecho retráctil al tener que
demorarse el comienzo de la jornada por la aparición de la lluvia en los
prolegómenos de juego.
Cuando el tenis recuperó el protagonismo, los espectadores pudieron
disfrutar de la mejor versión de los dos genios de la raqueta. Después
de 13 puntos consecutivos firmados por el servicio (dos juegos en
blanco para Federer, uno para Djokovic), los jugadores comenzaron a
soltar el látigo también al resto.
Los intercambios, intensos y precisos desde el fondo, se atropellaban a
una velocidad increíble. Los retos entre reveses tan dispares como
efectivos (el suizo a una mano, más estético; el serbio a dos manos,
más potente) eran dignos de grabar para enseñar en las escuelas de
tenis.
A medida que se consumía el encuentro, los planes alternativos entraron
en acción -'Nole' intentó las dejadas y Roger se hizo fuerte en la
red- haciendo de la búsqueda de la perfección un espectáculo. Sin bola
de break alguna, el set tuvo que decidirse en el tie-break,
decantándose del lado del suizo aunque tuviera que necesitar de cinco
'set points' para poner el broche (Djokovic llegó a levantar un 6-3
adverso, pero nunca gozó de bola de set).
Era la segunda vez en 25 partidos que Djokovic cedía el set inicial
de un partido de Grand Slam. La anterior, también ante Federer, en las
semifinales de Roland Garros, choque al que se parecía cada vez más el
que tenía presencia en Nueva York. El pupilo de Marian Vadja
se dejaba notar incómodo en la pista, exigido sobremanera por un
hipermotivado Federer. Hubo que esperar 16 juegos para apuntar el primer
break del partido en la nómina del helvético.
Hoy 'Djoker' no reía. Consiguió equilibrar el marcador en el ecuador
del set (3-3), pero cedió de nuevo su servicio a continuación y en
blanco. Para entonces el público ya se había decantado por animar al de
Basilea, que no cesaba en su recital de técnica y precisión. Le bastó
con administrar la renta para sumar un nuevo set en su casillero.
Federer se reencontró con fantasmas del pasado
Herido en su orgullo y tras un levantamiento de pie del acelerador de
Federer, el número 1 reaccionó en el inicio del tercer set, logrando un
break a las primeras de cambio y abriendo una brecha (3-0) que ya no se
cerró por el buen hacer del serbio y los excesivos fallos (12) del
suizo. Djokovic se metió de lleno en el partido, recuperando el nivel
del comienzo del duelo, mientras que Federer parecía haberse quedado sin
piernas ni gasolina. El balcánico consumió el cuarto acto a base de
golpes planos, cambios de dirección y velocidades que hicieron a su
rival hincar la rodilla.
En los 22 precedentes entre ambos, sólo una vez se llegó al quinto
set. Fue en las 'semis' del año pasado con victoria por 7-5 para el
serbio. Con el retorno a la igualdad en el luminoso, volvió a la pista
la mejor versión de ambos tenistas, jugando al límite, disfrutando y
haciendo disfrutar de una partida de ajedrez reconvertida a partido de
tenis. Y así se llegó al noveno juego, donde dos fallos con la derecha y
una doble falta condenaron a 'Nole' a ceder el servicio en blanco.
Mientras Djokovic miraba desafiante a una grada que jaleó cada punto que
se apuntaba Federer, el suizo tuvo la llave del partido en un juego
(5-3) en el que desaprovechó dos 'match points' (40-15) y entregó su
ventaja con una doble falta. Al helvético le vinieron a la cabeza los
fantasmas con los que se topó ante Tsonga en Wimbledon, el único partido
-hasta este- en el que el suizo dejó escapar dos sets a favor. Novak,
por contra, se henchía a la par que sumaba golpes ganadores en su
haber, llegando a firmar cuatro juegos consecutivos para poner el
broche definitivo al partido. La tuvo el maestro, ganó el alumno.
63 victorias, 2 derrotas en lo que llevamos de 2011. Djokovic alcanza
de esta forma su tercera final en el US Open (2007, 2010) con la
intención de sumar su primer título en la Gran Manzana. Para ello sólo
tiene un escollo que superar, ganar a Rafael Nadal o al Novak Djokovic.
