2.- Bianchi ¿la salvación de Macri?
El macricaputismo produce información.
Quien se afirma, en el comentado relevamiento de diciembre, es Macri.
Merced a la abnegación de Norberto Angelici, el macricaputista de orientación radical, que genera reticencias en la monotonía del PRO.
A través de la contratación providencial de Carlos Bianchi, para la dirección técnica de Boca Juniors.
En adelante El Niño Cincuentón contempla su destino personal de manera más auspiciosa.
Con el otro ídolo, Del Sel, en Santa Fe. Al que se lo quieren birlar, según nuestras fuentes, tanto Scioli como Massa.
Con Alfredo De Angelis en Entre Ríos.
Y con Bianchi, El Búfalo, en Boca.
En el país sin política aún se puede soñar con la lluvia de papeles dorados sobre los futbolistas eufóricos que enarbolan alguna copa internacional. Vestidos, probablemente, de amarillo PRO. Ante la alegría movilizada de las mil peñas de Boca, diseminadas en la república. Pesan -para Oximoron- mil veces más que dos mil unidades básicas del peronismo clásicamente desorientado.
A los 63 años, El Búfalo Bianchi profundiza sus veleidades de “celebrity”. Pero su irrupción favorece, ostensiblemente, a Macri.
El Niño Cincuentón ya dejó de ser aquel tradicional caprichoso que solía enredarse en competencias infantiles de egos.
Lo que la política no brinda, Bianchi -si no lo aporta- lo facilita.
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