29/10 – 15:30 – A pesar del tiempo que falta para las elecciones, ya comenzamos a sentir el tufillo a demagogia envasada que destilan todos los políticos que quieren prenderse de la teta del estado en el 2015 y tirar para adelante por 4 años más. En este concierto de vanidades, surgen las palabras vacías, estupideces sin contenidos, cartelería con mensajes de cuarta que nadie entiende y cuando no, dejan picando la pelota en el área para que algún pícaro, pueda hacer alguna interpretación inédita del mensaje. (Por: Rubén Lasagno)
Me voy a cansar de decirlo, que no hay en el espectro político de Santa Cruz y la nación, alguien que tenga un proyecto de país o de provincia, cierto y con esperanzas. Las pre candidaturas nacionales se juegan en televisión “entre gatos y a media noche” y en la provincia tenemos que asistir el record de estupideces que reparten, tanto oficialistas como opositores, tratando, cada uno, de sumar simpatías de algún sector. Claro, si ese sector es mínimamente pensante, sale corriendo.
Cuando el país más necesita programas, estrategias, planes, proyectos viables, planteos serios, concretos, con números y pistas fáciles de seguir para saber como arrancamos de nuevo, en Santa Cruz, el líder de la oposición, juega a no decir nada en mensajes cortos y remanidos que los repite como loro una y otra vez, pero nunca aporta una verdadera idea de solución que le obligue al lector concentrarse en su análisis; encima, los tira desde las redes sociales, nunca en una convocatoria abierta y pública de votantes. ¿Se terminó la mística de los actos públicos abiertos para la UCR y el PJ?
De acuerdo a lo que reproduce un sitio online de la ciudad, Eduardo Costa “criticó” la inminente aprobación de la reforma de la Ley de Hidrocarburos en las redes sociales, iniciando “una campaña” (¿?)para que no se apruebe la reforma, porque impactará negativamente en Santa Cruz.
Como gran aporte opositor, Costa escribió en su Facebook “Mañana (por hoy) nos quieren seguir quitando el futuro, ayudame a defenderlo” y agrega “La reforma de la ley de hidrocarburos implica menos escuelas, menos hospitales y menos trabajo para los santacruceños. A los únicos que les sirve es a los que manejan la caja del Gobierno. No dejemos que se sigan llevando lo nuestro”.
Y para completar esta durísima batalla que el referente Radical lleva adelante con todas las armas que tiene a su alcance, hace la siguiente invitación: “Si vos también estas en contra de esta reforma, apretá“Me gusta” y me ayudas a convencer a los diputados que no quieren que tengamos un mejor futuro en Santa Cruz”, escribió Eduardo Costa.
No solo no es serio, ni está a la altura de un diputado nacional y menos aún de un candidato a la gobernación, sino que suena ridículo y sin sentido. Invitar a apretar “Me gusta” para juntar voluntades y torcer la voluntad de los diputados del FPV es tan estúpido como el ponerse a escribir en las redes sociales sobre un tema que tendría que estar planteándolo seriamente en el Congreso o haciendo un acto en el medio de Roca y San Martín, para llamar la atención y explicarle al vecino, que tiene ganas de hacer algo y no solo morisquetas de campaña.
Si bien los del FPV y el PJ son mentirosos seriales, caraduras irremediables e insistidores compulsivos, el diputado Radical se caractereiza por su falta de contenido, de palabras vacías, de un formato “estándar” del discurso y tiene la destreza de decir siempre los mismo y la gran habilidad de que alguien lo escuche, hay que reconocerlo. Todo un hallazgo, si no fuera porque en una de esas, se transforma en el próximo gobernador y no hemos escuchado en todo este tiempo, una propuesta concreta, firme y sabia de qué hacer con la seguridad, la economía, la desocupación, la salud y la Educación en Santa Cruz, más allá de estos latiguillos de oportunidad que usa y cosas que todos sabemos y deseamos que nos dice, pero de ahí a la solución hay un abismo por medio.
Los otros bochos del oficialismo, divididos internamente, peleados y mirándose con cuchillos entre los dientes, con motivo del aniversario de Néstor y la necesaria entronización del hijo sucesor, desataron una guerra de carteles, donde los mensajes de los más variados, pretenden contener componentes mas o menos inteligentes y terminan siendo un encriptado mensaje kafkiano que solo ellos entiende a quién va dirigido, pero el aspecto connotativo nos deja mucha tela para cortar.
Yo pienso que si esa voluntad y trabajo para escribir idioteces en los pasacalles, las emplearan para hacer algo útil por Río Gallegos, tal vez podríamos vivir mejor, en un ambiente más limpio, más ordenado y una ciudad. Mejor.
Así por ejemplo, en la enorme pintura que hicieron los de La Cámpora en el paredón del cementerio local, espacio público y de culto a los muertos de todos los vecinos, que el kirchnerimo ha transformado en una capilla ardiente exclusiva de la familia y el partido, colocaron la leyenda “El cambio es irreversible”.
Sin otra explicación que las del buen entendedor, las pocas palabras que se nos ocurren es “¡Qué bueno saber que el krichnerismo entiende que en el 2015 es inevitable e irreversible que este modelo va a desaparecer!”. Si no quisieron decir eso, perdón, pero la frase no tiene mucho de inteligente y menos aún de acertada, por el contexto político en el que se enmarca.
Los Muchachos peronistas se jugaron con otro pasacalle que estampa en grandes letras la minimalista leyenda “Néstor no es esto”. La pregunta que nos asalta a quienes no conocemos el propósito de la intrigante frase es ¿Néstor no es qué: Río Gallegos, que parece Kosovo o Néstor no es la provincia que la atiende desde hace 25 años el mismo partido?. “Esto” es un pronombre demostrativo, pero aquí la idea no funciona, queda trunca, no remite a nada. Yo podría decir que le faltó tela para terminar la frase o tal vez a Los Muchachos Peronistas no les alcanzó la plata para colocar la idea completa.
Otro de los pasacalles, tal vez el más llamativo, colocado por Pepe Boldovic, Intendente de Piedra Buena, dice: “Por la continuidad del proyecto, Máximo, sigamos trabajando juntos”.
Aquí el mensaje es claro y preciso, pero contradictorio. Hay una antinomia natural entre los términos “Máximo y trabajo”. Máximo nunca ha trabajado y mal podría “seguir” trabajando junto a alguien. En todo caso, el tiempo verbal preciso que debiera haber usado Pepe sería “empecemos a trabajar juntos” y allí sí, la frase quedaría más o menos ordenada.
Y el último cartel llamativo que atraviesa la calle en cercanías de la casa del hijo presidencial dice:“Máximo: tu destino es la Victoria”.
En este caso, el análisis que podemos hacer está muy lejos de parafrasear la mítica frase revolucionaria del Ché, síno más bien se nos pinta una orden encubierta de los peronistas de su propio partido, que lo ven (tal vez) como el futuro dueño de los supermercados chinos (La Victoria) que cerraron hace rato, porque no se nos ocurre qué otra Victoria puede estar en el destino de Máximo, alguien que ni siquiera ha tenido victorias personales ya que nunca trabajó y fracasó en los estudios.
Es un mensaje raro, que puede ser interpretado como una metáfora o como una cargada. En cualquiera de los casos, convengamos que las frases inteligentes y elípticas, no son el fuerte de los pensadores del FPV. Yo me inclinaría por cambiar las estrategias y también en el caso de Eduardo Costa, mostrar más con los hechos, lo que no pueden hacer con las palabras. (Agencia OPI Santa Cruz)