Las peleas por el manejo de los espacios de poder en el Ministerio de Agricultura son cada vez más notorias. La falta de contención del técnico Carlos Casamiquela y algunos desmanejos propios de funcionarios de segunda línea están transformando a la cartera del campo en un verdadero cabaret.
Es que ahora, y como reciente novedad, surgió una fuerte interna política entre la poderosa secretaria de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar, Carla Campos Bilbao, y su segundo y líder del Movimiento Evita, Emilio Pérsico.
En este sentido, según pudo averiguar La Política Online, Pérsico está impulsando un proyecto tendiente a desdoblar el área de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar del Ministerio para pasar a convertirse en secretario con manejo de un jugoso presupuesto.
La idea del polémico ex referente piquetero sería que Campos Bilbao se ocupe del área de Desarrollo Rural y él quede a cargo de Agricultura Familiar. Según cuentan, Pérsico está muy entusiasmado con el plan y hasta se animó ante algunos íntimos a darlo como un hecho.
Lo cierto es que por el momento, el ministro Casamiquela mira de reojo la pelea y decidió no intervenir ni tomar partido por ninguno de los dos funcionarios, quizás, en un intento de que la interna no trascienda los pasillos del edificio de la Avenida Paseo Colón.
El tema es que, tal como era de esperar, la iniciativa genera un fuerte rechazo por parte de Campos Bilbao, una histórica funcionaria de Agricultura que logró sobrevivir y acrecentar su poder en varias gestiones y que hace gala de su buena relación con Cristina Kirchner.
Sin embargo, y más allá de sus méritos políticos para mantenerse en su cargo, la secretaria de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar genera muchos rechazos en la cartera del campo. No son pocos los que critican los manejos discrecionales del millonario presupuesto que administra.
Además, algunas actitudes personales de Campos Bilbao también causan recelos en la cartera del campo. “Se maneja como si fuera ministra; con área de prensa propia y un despacho al nivel del de Casamiquela”, cuentan, indignados, algunas fuentes oficiales a LPO.
También genera molestias entre algunos funcionarios sus constantes bajadas de línea política. “Juega su propio partido, tiene un libreto y no se sale de eso. Es muy difícil hablar francamente con ella”, agregan quienes la conocen y, claro está, no la quieren.
Asimismo, a la esposa del diputado y ex intendente de Moreno, Andrés Arregui, le atribuyen algunas jugadas de prensa para intentar desestabilizar a Pérsico, quien en algún momento tuvo en duda su continuidad por la supuesta mala relación que tenía con el ex ministro, Norberto Yauhar.
Por su lado, un funcionario que tomó partido en esta interna es nada menos que el subsecretario de Desarrollo de Economías Regionales, Luciano Di Tella, quien desde hace algún tiempo decidió aliarse a Campos Bilbao para conservar su espacio de poder.
El tema es que Di Tella es otro hombre resistido por algunos de los actuales funcionarios del Ministerio. Y no es para menos: el hijo del ex canciller menemista es un importante empresario lechero dueño de las empresas La Suipachense y Yatasto S.A. en la localidad bonaerense de Navarro.
“No es ético que sea funcionario y empresario a la vez. Por un lado critica las políticas del Gobierno y por otro cierra negocios millonarios con Venezuela”, le achacan a Di Tella en Agricultura.
La pelea por la caja
En este contexto, la interna entre Pérsico y Campos Bilbao tiene una razón de ser: sucede que la Secretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar fue dotada en los últimos años con numerosos programas y cuantiosos fondos.
Y justamente la pelea es por el manejo de estos millonarios presupuestos que, además de la cuota natural de poder que otorgan a quien lo maneja, dan territorialidad dado que los planes se ejecutan en el conurbano bonaerense y en las provincias.
Así las cosas, entre los programas que maneja el área de Campos Bilbao se cuentan, entre otros, el de Desarrollo de las Economías Regionales; el de asistencia para la cadena de valor Vitivinícola; el de producción algodonera; el plan social agropecuario; y el Proinder.
Según pudo saber este medio, también maneja un plan de apoyo a pequeños y medianos productores que de 2009 a la fecha contó con un presupuesto de casi $ 250 millones y que es utilizado como una forma de contrarrestar poder político y territorial de Federación Agraria (FAA).
Pero el programa preferido de Campos Bilbao es el de Agricultura Periurbana, que de 2009 a 2012 recibió unos $ 70 millones y se aplica en 10 provincias (Buenos Aires, Chaco, Entre Ríos, Santa Fe, Formosa, Misiones, Córdoba, Neuquén, San Juan y Mendoza).
Por último, el área también administra algunos programas sanitarios puntuales como el que se aplicó en 2010 para monitorear el avance de las tucuras y que contó con más de $ 28 millones distribuidos entre 10.000 productores afectados.