“Si no estás sentada a la mesa donde se toman las decisiones, sos parte del menú”, bromea la escritora Marilén Stengel en una interesantísima entrevista concedida a Laura Di Marco en el portal Noticias Urbanas. Agregó reflexionando sobre la interna de Pro: “Un hombre no se hubiera atrevido a desafiar a un jefe político como lo está haciendo Gabriela Michetti”.
Aquí, siguiendo la actitud franca de Beatriz Sarlo, explicitada en el Diario Perfil del Sábado anterior al Domingo de Pascua, cuando hizo público su apoyo a Stolbizer, les aclaro: Estoy junto a Gabriela Michetti colaborando para que sea la Jefa de Gobierno reemplazante de Macri.
En los últimos tiempos, algunos Dirigentes sociales y políticos con los que comparto años de tarea por los Derechos de la Mujer, me dicen discretamente que es un error este apoyo y otros no tan discretos, me acusan de “Derechista” por esta decisión. En el 2009 otros me acusaron de “Izquierdista” por colaborar con mi querida amiga Xiomara Castro de Zelaya en Honduras durante todo el proceso previo al golpe de estado del 2009 y mucho más luego, durante el peligroso tiempo de la resistencia y en la formación del Partido Libre. También me han acusado de “Centrista” por trabajar a favor de Margarita Cedeño en República Dominicana, actualmente Vicepresidenta de la república y miembro del PLD Partido de la Liberación Dominicana, con quien estreché lazos en la acción por los Derechos de las Mujeres Viviendo con VIH/SIDA cuando ejerció el cargo de Primera Dama en la Presidencia de su esposo Leonel Fernández.
En estos casos y otros, he colaborado y lo seguiré haciendo, con mujeres líderes que, más allá de las etiquetas a las que se las somete, enfrentan decididamente los límites que les imponen liderazgos concebidos con lógica machista, que declaman “aires nuevos” en la política, pero acusan de traición a cualquier mujer que disienta con el mandato y el diseño que se les tiene preparado.
Ejemplo palmario, las opiniones del cientista político y Profesor de historia, muy leído y versado, con estudios en Derecho, Filosofía y Sociología, Don Jaime Durán Barba, mostrando una notoria incapacidad de comprender el papel cuestionador de los Liderazgos masculinos, encarnados en otras formas de ver la acción política desde la mirada de mujer, refiriéndose de manera despectiva a los aportes de Michetti dentro de PRO.
En el mundo sindical, las mujeres ocupan la inmensa mayoría de las Secretarías de Acción Social o, va de suyo, las de la Mujer. Muy pocas son Secretarias Generales de sus Gremios.
La ONU no ha tenido ninguna Secretaria General: ¿No hubo ni hay mujeres a la altura del noruego trygve Lie, el sueco Dag Hammarskjold, el birmano (hoy Myanmar) U Thant o el austríaco Kurt Waldheim? ¿Tampoco con la experiencia del peruano Javier Pérez de Cuéllar, el cuestionadísimo egipcio Butros Gali o el funcionario de carrera Kofi Annan?
“No es cuestión de ser feministas, es cuestión de ejercer la mirada de la mujer en la acción política, eso es lo que hago y para lo cual te he convocado”, me dijo Michelle Bachellet en el año 2012, cuando me propuso ser su Asesora en ONU Mujeres. Ese es el tema central de mi actividad. Favorecer una mirada de mujer en la política y en la vida cotidiana, capaz de darle valor agregado a la acción política. Todas las mujeres y los hombres que crean importante este precepto, cuentan con mi apoyo. Sin ideologismos ni etiquetas.
Tarea inmensa. Los números lo ratifican: De los 194 países adheridos a ONU a enero de 2015, sólo 17 (un 9%) tiene una Presidenta o Jefa de Gobierno.
El mayor porcentaje es en América: de los 35 países que la integran, 5 (casi el 17%) tienen una mujer como primera mandataria: Argentina, Brasil, Chile, Jamaica y Trinidad Tobago
En el caso de Europa, de 50 países 6 (el 12%) la tienen: Alemania, Dinamarca, Eslovenia, Lituania, Noruega y Suiza.
Solo en 3 (el 7%) de los 41 países de Asia: Bangladesh, Corea del Sur y Tailandia.
Apenas 2 (4%), de los 54 países de África: Liberia y Malawi.
Ninguno de los 14 países que integran Oceanía, tiene hoy una mujer al frente.
Con más mujeres en la acción política y más hombres permeables a comprender la importancia de este involucramiento haremos mejor la Sociedad. Entonces, es imprescindible que las mujeres que ya participamos seamos capaces de ayudar a la creación y mejora de los escenarios que convoquen, incentiven y acepten la llegada de las mujeres a la toma de decisiones, en los múltiples mundos que hoy conforman el “escudo de protección machista” que impide desarrollar nuestro potente aporte en la vida política, científica, social, sindical, intelectual y deportiva.
Hasta supimos este 2 de Abril, del silencio que cayó durante 33 años, sobre las mujeres veteranas de guerra que aportaron su profesionalismo y su mirada cálida en el frente.
Ya lo hemos decidido: no seguiremos siendo parte del menú, con su aporte o a pesar de ellos, los machistas, pasaremos a compartir el plato principal.
Queremos escuchar a los hombres del poder, decirnos “Buen provecho”.
