El papa Francisco se involucró en el caso que investiga la muerte del policía Jorge Sagayo. A través de una carta, el Santo Padre le contestó un pedido de ayuda de Ramón Inocencio Cortés, uno de los petroleros recientemente condenados a cadena perpetua tras el crimen del efectivo policial ocurrido en febrero de 2006 en Las Heras, Santa Cruz, en medio de intensas protestas de trabajadores.
"Le aseguro que su vida no me es indiferente y haré lo que pueda en lo que me pide", le aseguróFrancisco a Cortés en la misiva a la que tuvo acceso LA NACION y que llegó al petrolero el martes pasado.
Cortés pidió "una mano" para "no pagar los platos rotos que rompieron otros". Envió su carta semanas atrás, luego de que el Tribunal Oral Criminal de Caleta Olivia dictara condenara, el pasado 12 de diciembre, a los 13 acusados por la muerte del oficial.
"La Justicia de la Provincia de Santa Cruz quiere cargar sobre mi y otros trabajadores de mi pueblo, Las Heras, el peso de un asesinato que no hemos cometido", escribió Cortés de su puño y letra.
El policía Sayago murió el 7 de febrero de 2006 cuando manifestantes intentaban copar la alcaldía de Las Heras para liberar un dirigente preso. La muerte puso final a una huelga de petroleros iniciada un mes antes.
"Recibí su carta y le agradezco de corazón me la haya enviado. Comprendo lo que Usted me dice y quiero expresarle la seguridad de mi cercanía en estos momentos que está viviendo", escribió Francisco, y concluyó: "Le pido, por favor, que rece por mí. Lo hago por Usted y su familia".
El sumo pontífice leyó la carta, a la que tuvo acceso LA NACION, del petrolero por la mediación del titular de la fundación La Alameda y legislador porteño, Gustavo Vera, tras la visita de Cortés a su despacho.
LA CARTA DE CORTÉS
Al Papa Francisco, con todo respeto
Me dirijo a usted con el respeto que se merece, con el solo fin de contarle mi situación, porque creo que es la persona con más autoridad para que nos pueda dar una mano en este gran problema que me toca pasar.
Soy un trabajador humilde, padre de cinco hijos y hoy pesa sobre mí una condena a cadena perpetua, que pesa sobre mi vida y la de mi familia. La Justicia de la Provincia de Santa Cruz quiere cargar sobre mi y otros trabajadores de mi pueblo, Las Heras, el peso de un asesinato que no hemos cometido.
Yo soy muy humilde y no quiero pagar los platos rotos que rompieron otros. Es por eso que le ruego que me de una mano para salir de este tormento, dándome su ayuda y su bendición para poder seguir viviendo junto a mi familia. Ayúdeme, por Dios se lo pido...
Desde ya estaré muy agradecido. Sin más para agregar lo saludo muy afectuosamente.
Ramón Inocencio Cortés
Trabajador de Las Heras -Provincia de Santa Cruz- condenado injustamente a cadena perpetua.
PD: como no escribo muy bien una persona amiga me corrigió las oraciones para que esta carta, que primero hice a mano, se entienda mejor.
LA RESPUESTA DEL PAPA
Estimado hermano:
Recibí su carta y le agradezco de corazón me la haya enviado. Comprendo lo que Usted me dice y quiero expresarle la seguridad de mi cercanía en estos momentos que está viviendo.
Le aseguro que su vida no me es indiferente y haré lo que pueda en lo que me pide.
Le pido, por favor, que rece por mí. Lo hago por Usted y su familia.
Que Jesús lo bendiga y la Virgen Santa lo cuide.
Fraternalmente,
Francisco
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