Unfuerte revuelo provocó ayer en el país la difusión en los diarios LA NACION y Perfil de la convocatoria a una reunión presidida por el papa Francisco el 19 de marzo en el Vaticano con funcionarios, empresarios y sindicalistas argentinos.
La invitación a Roma, ratificada ayer a LA NACION por los involucrados, fue elogiada por dirigentes políticos, mientras que algunos medios y redes sociales se hicieron eco de informaciones no confirmadas de que no había sido convocada por el Vaticano.
A la reunión están invitados el ministro de Trabajo, Carlos Tomada; el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, y su vicepresidente, Daniel Funes de Rioja, y el secretario general del gremio de la construcción (Uocra), Gerardo Martínez. La interpretación que hicieron fuentes empresariales y gremiales era que el Papa busca dar una señal de "pacificación, diálogo y encuentro" para promover la paz social.
El gobierno de Cristina Kirchner no se refirió públicamente a ese encuentro. Tampoco hubo repercusiones oficiales de la Iglesia en la Argentina ni del Vaticano. Alicia Barrios, una periodista del diario Crónica, difundió un supuesto diálogo suyo con el Papa en el que éste desmentía que hubiera convocado a ese encuentro.
Sin embargo, LA NACION volvió a comunicarse ayer con tres fuentes directamente involucradas en la reunión, que confirmaron lo publicado y ratificaron la invitación a Roma cursada a Funes de Rioja por el padre Carlos Accaputo, presidente de la Pastoral Social porteña y muy allegado a Francisco.
El dirigente empresario la gestionó en su carácter de próximo presidente de la Organización Internacional de Empleadores (OIE), que forma parte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
De hecho, el motivo formal de la propuesta de Funes de Rioja y Gerardo Martínez, como representantes ante la OIT de los empresarios y los trabajadores, sería invitar al Papa a la reunión anual del organismo, en junio próximo. Tomada es el delegado del Gobierno ante la OIT.
Pero la interpretación política de que Francisco podría convocar a un diálogo social causó fuerte revuelo y malestar en algunos sectores políticos y de la Iglesia. Esto llevó a los propios invitados a conjeturar ayer que podría haber un cambio de fecha y de formato del encuentro, una suspensión o un intento de bajarle el voltaje político. En rigor, la reunión se manejaba hasta anteayer con sumo hermetismo.
EL SECTOR INDUSTRIAL
Fuentes del sector industrial ratificaron ayer a LA NACION que Funes de Rioja se comunicó el viernes con Méndez y le dijo que ese día Accaputo había formalizado la invitación. Incluso modificó la fecha original del encuentro, el 26 de marzo, y la fijó para el 19.
Funes de Rioja, número dos de la UIA, además envió un mail a las secretarias de Méndez para reservar esa fecha en la agenda de la central fabril para viajar a Roma.
"Hasta ahora está esa fecha, pero con todo este revuelo no sabemos qué puede pasar", afirmaron ayer allegados a las autoridades de la UIA. Funes de Rioja dijo que había hablado con Martínez y con Tomada.
Voceros de Martínez ratificaron ayer lo publicado por LA NACION y que fue contactado por Funes de Rioja, portador del mensaje de invitación de Accaputo. LA NACION hizo ayer dos llamadas a Accaputo y a su secretaria y le dejó mensajes de texto, pero no fueron respondidos.
Fuentes en contacto con el Papa confiaron ayer que la semana pasada estaba gestionándose la reunión con Funes de Rioja, Martínez y Tomada como representantes de la OIT, aunque el trasfondo era enviar una señal política de diálogo y paz social. La misma información fue difundida por el diario Perfil.
Sin embargo, al igual que Méndez y Martínez, no descartaban que por los trascendidos ahora se cambie la fecha y se haga de manera más reservada o protocolar, o directamente se suspenda, ya que la interpretación política podría no caer bien en el Gobierno o al propio Papa.
Pero ayer nadie se había comunicado con Martínez, Méndez o Funes de Rioja para informarles de modificaciones en la agenda. Martínez fue convocado cuando todo estaba cerrado entre Funes y Accaputo, dijeron en la Uocra.
En medio del revuelo, el portal Infobae afirmó ayer que el Papa se comunicó con la periodista Alicia Barrios, y que le había dicho que es "todo un disparate".
El gremialista y diputado del Frente Renovador Héctor Daer, muy allegado a la Iglesia, confirmó a LA NACION la negociación por el encuentro, pero negó que hubiera sido convocado por el Papa y que tuviera el objetivo de analizar la situación política y económica del país. Sugirió que fue pedido por Funes de Rioja. Aunque no es un dato menor que Francisco la hubiera aceptado y enviado la invitación.
Ayer hubo reacciones de buena parte del arco opositor sobre la reunión en el Vaticano con el Papa..