El sinceramiento de las estadísticas económicas y sociales está destrozando el edificio retórico del kirchnerismo. Ya quedó claro que la inflación real cuadruplicaba las fantasías del Indec. Además, el Gobierno acaba de reconocer que el crecimiento de la última década estaba inflado. Y las mediciones de pobreza están retenidas para evitar lo que toda la Argentina imagina: que el número... Continuar leyendo