Tras más de seis horas, terminó la declaración indagatoria de Amado Boudou ante el juez Ariel Lijo por el caso Ciccone. Hubo dos cuartos intermedios. El primer corte se hizo para almorzar y luego hubo otro durante algunos minutos a media tarde. En el comienzo, Lijo leyó las acusaciones.
Apenas empezada la jornada, hubo un paso en falso para el vicepresidente, ya que el magistrado no permitió el ingreso de una cámara de televisión ni de un taquígrafo para registrar la declaración indagatoria del vicepresidente. El viernes, Lijo ya había desestimado la posibilidad de que la audiencia fuese trasmitida a todo el país a través de la televisión.
Al conocer la decisión, la defensa de Boudou insistió en un recurso de reposición, pero el magistrado descartó cualquier pedido del estilo y dictaminó que la audiencia se realice sin ningún tipo de dispositivo de grabación.
Esta mañana, los abogados ni siquiera habían solicitado grabar el encuentro, sino que se habían limitado a informar que pensaban hacerlo: "Con la intención de no retrasar el acto y de no alterar la organización del juzgado, le adelanto que se procederá a grabar en audio y video la declaración con un sistema similar al que todas las Cámaras de Apelaciones y la Cámara de Casación Penal utilizan en todas las audiencias orales durante la instrucción".