Por ROSENDO FRAGA
La salida de Guillermo Moreno a la Secretaría de Comercio Interior tiene mayor significación que el cambio de un ministro.
Por personalidad, estilo e impacto de sus acciones ha sido quizás el funcionario con mayor exposición pública en la década del poder kirchnerista.
El alejamiento del que puede ser el funcionario más conflictivo del Gobierno no tuvo lugar en el marco del reajuste de gabinete que fue anunciado el día del regreso de la Presidenta. ¿Por qué el reemplazo de Moreno no fue anunciado junto con el resto?
¿Implica su salida un giro del Gobierno hacia posiciones y políticas más moderadas en el ámbito económico?
Quizás ello indique que no estaba previsto y que se precipitó por alguna circunstancia particular.
¿Implica su salida un giro del Gobierno hacia posiciones y políticas más moderadas en el ámbito económico?
Eso está por verse y el nombre de su reemplazante puede dar alguna pista al respecto.
En el primer impacto, la oposición ha celebrado la salida de Moreno como un hecho positivo y casi una victoria. En cambio, en el oficialismo, se registra cierta perplejidad y alguna dificultad para explicar las causas de esta salida.
Antes de ausentarse por los problemas de salud, la Presidenta había dicho que Moreno la iba a acompañar hasta el final de su mandato. Pero es normal que en política las circunstancias lleven a los líderes políticos a modificar intenciones o decisiones.
El ahora ex secretario fue una manifestación de la constante del kirchnerismo de redoblar la apuesta frente a desafíos, conflictos y dificultades.
Tras la derrota electoral en las legislativas de 2009, Moreno fue mantenido en el cargo pese a las criticas que recibió y a los reclamos para que lo dejara. Frente al fracaso electoral en las legislativas de 2013, parecía que iba a suceder lo mismo con él, sobre todo después que no estuvo incluido en el reajuste de gabinete.
El ahora ex secretario fue una manifestación de la constante del kirchnerismo de redoblar la apuesta frente a desafíos, conflictos y dificultades
Probablemente, la salida de Moreno no implique un cambio de política, pero es un hecho de significación, que en las próximas semanas se pondrá en evidencia si ha sido consecuencia de la debilidad política poselectoral del Gobierno o de un cambio de estrategia.
En lo inmediato, este alejamiento reforzará el poder del nuevo ministro de Economía, Axel Kicillof, que tendrá una figura menos con la cual compartir el poder.
Los mercados no recibieron positivamente la llegada de Kicillof a Economía, es posible que muestren señales más optimistas frente a la salida de Moreno..
