BUENOS AIRES, Argentina – Autoridades uruguayas desmantelaron una red delictiva que traficaba inmigrantes chinos de Uruguay a Argentina, destapando lo que podría ser una nueva ruta internacional de tráfico de personas.
Treinta y seis personas fueron detenidas y 18 procesadas como resultado de una operación que se venía realizando hace dos años, denominada Operación Mandarín, dirigida por el Departamento de Investigación de Delitos Especiales (DIDE) de Uruguay, en cooperación con la Dirección General de Lucha Contra el Crimen Organizado (DGLCCO), Interpol Uruguay y varias fuerzas policiales regionales.
Policías realizaron redadas simultáneas en las ciudades de Salto y Paysandú (limítrofes con Argentina) y Rivera (en la frontera con Brasil), utilizadas por el grupo para traficar a los inmigrantes por la región.
Según las autoridades, se estima que unos 100 ciudadanos chinos habrían sido víctimas de la red. Aparentemente, trabajaban por salarios muy bajos en supermercados chinos y en la industria textil en Buenos Aires y otras ciudades de Argentina. Se desconoce su destino final.
“La organización criminal estaba integrada por chinos, uruguayos y argentinos”, dijo a Infosurhoy.com un funcionario de alto rango de la DIDE el 6 de septiembre. “Todos vivían en Uruguay y se encargaban de todas las partes del tráfico, entre ellas la recepción, traslado, alimentación y vigilancia de las víctimas”.
El presunto líder del grupo es un chino de 38 años que vive en Uruguay pero utiliza pasaportes de Argentina, Uruguay y Bolivia, informó el funcionario.
El cabecilla de la red no tenía una “actividad lícita y declarada que fuera su fuente de ingresos”, dijo a la prensa la jueza del Juzgado del Crimen Organizado de Uruguay, Adriana de los Santos.
Un funcionario de migraciones de Uruguay y tres propietarios de hoteles