PLATA.- Con la accidentada negociación salarial docente como referencia, el gobierno bonaerense deberá encarar ahora el cierre de las paritarias aún pendientes con varios sectores estatales y que, tomando como referencia el acuerdo casi sellado con los maestros, le demandará un desembolso que como mínimo rondará entre $ 22.000 y $ 25.000 millones.
La cifra implica alrededor del 12,5 por ciento de los 180.000 millones de pesos del presupuesto provincial, que, tal como ocurrió en las previsiones anteriores desde que Daniel Scioli conduce la administración de la provincia de Buenos Aires, no contempla el ajuste de los sueldos de los agentes públicos y, por tanto, tampoco, las fuentes de financiamiento para ese fin.
En el horizonte se esperan las paritarias con médicos de hospitales públicos, empleados judiciales y trabajadores de distintos sectores de la administración nucleados en ATE, que en las últimas semanas vienen realizando medidas de fuerza intermitentes y que, hasta ahora, rechazaron las propuestas de suba salarial ofrecida por el gobierno provincial.
Según trascendió anoche de fuentes gubernamentales, la provincia prepara, para las próximas horas, un anuncio económico para explicar de dónde saldrán los recursos extras para la mejora en la oferta a los maestros.
Una de las alternativas barajadas ayer, según se consignó en una gacetilla, es una amplia moratoria que alcanzará a los impuestos ingresos brutos, inmobiliario y sellos. En rigor, esa medida ya fue adoptada y rige desde el pasado 1° del corriente, sólo que ahora Scioli y el titular de ARBA, Iván Budassi, analizaron cómo optimizar esa herramienta para poder recuperar unos 3600 millones de pesos de deudas. Se trata, según lo anunciado hace tres semanas, del programa Inclusión Tributaria, que contempla bonificaciones que reducirán los intereses de la mora hasta en 50 por ciento en los impuestos sobre los ingresos brutos, automotores, inmobiliario y sellos.
De todas formas, para cubrir el funcionamiento operativo de la administración, Scioli necesitará de más recursos y, probablemente, en su búsqueda quede en el camino el cumplimiento del desafío de superávit fiscal, planteado en el presupuesto para el corriente año.
En estos días se analizaron variantes como la emisión de un bono. Además, el financiamiento en el mercado local, en pesos, tampoco parece una opción sencilla. En el presupuesto 2014, unos 14.000 millones de pesos corresponden a la necesidad de nuevos endeudamientos para afrontar las obligaciones del ejercicio. A ello hay que sumar la masa salarial no contemplada en el cálculo de gastos y recursos y restarle algo más de 4000 millones, por el refinanciamiento de la deuda con el Estado nacional.
Así, la provincia necesitaría unos 30.000 millones para poder cerrar el año fiscal. La gran pregunta sigue siendo de dónde saldrán esos recursos..
