Está bien ser prudentes. Pero si la prudencia se convierte en inacción, eso es cobardía”. Así le dijo Francisco al juez Ariel Lijo, que investiga vicepresidente Amado Boudou en la causa de la imprenta de billetes Ciccone Calcográfica.
Sin hablar de manera explicita sobre el caso Ciccone, el diálogo se produjo hace tres semanas en el Vaticano en el marco de una visita que consiguió realizar el magistrado, según publicó el diario Clarín en su edición dominical.
Tal como consta en el matutino porteño, Lijo tenía organizado un viaje familiar con escala en Roma, por lo que le solicitó al legislador porteño y referente de la organización antitrata La Alameda, Gustavo Vera, si era posible conocer al máximo pontífice.
“Francisco le dijo que siempre había que respetar los mandatos institucionales y ser cuidadoso con los tiempos, pero que los jueces debían tener más independencia y profundizar sus investigaciones sin temor”, le reveló Vera al diario, y detalló que Francisco “identifica a Lijo por varias de sus sentencias contra el trabajo esclavo”.
Asimismo, el Papa le preguntó al juez federal si tenía jurys en su contra, a lo que Lijo respondió que no. De ahí el consejo sobre la “prudencia”, sin llegar a la “cobardía”.
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