Roberto Barozzi
El cine, el teatro. la música, las exposiciones, las conferencias, la buena comida, la buena atención, la cortesía, la solidaridad, la amistad, el compañerismo,la bondad, la inteligencia, el diálogo franco, la independencia de criterio, la pluralidad, las
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Es cierto que nuestros discursos públicos hacen referencia a la Patria como un concepto del pasado, un orgullo de gente anciana, un recuerdo olvidado por los más jóvenes y que seguramente su glorioso y bello mes será mal utilizado para mostrar nuestro desencanto personal por objetivos no alcanzados, y seguramente, hasta encontraremos razones políticas para fundamentar lo que tiene otros fundamentos que no somos capaces de reconocer. En verdad, somos lo que somos, aunque no queramos pensarlo ni reconocerlo: un hermoso país, con gente pacífica, orgullosa, generosa, solidaria, sencilla, sensible y tiernamente preocupada de su familia y del futuro de sus hijos. Todos queremos que nuestros hijos sean mejores que nosotros y que sean felices en la tierra que los vio nacer, crecer, trabajar y posiblemente, agradecido de la vida, morir en paz. La Patria somos nosotros, nuestro suelo y nuestra gente, de ayer y de hoy. Demos gracias a Dios, por lo que hemos crecido como país, como sociedad, como familia y como persona. Pidámosle agradecidos a Dios su paz, su generosidad para con el hermano y su protección de todos lo que emprendamos como persona, familia, sociedad o país. Las catástrofes que hemos vivido, han demostrado que Camus tenía razón cuando decía; “que hay en el hombre más cosas dignas de admiración que de desprecio”