Unque la presidenta Cristina Kirchner acusó a Juan Carlos Fábrega por la presunta complicidad del Banco Central en operaciones cambiarias ilegales, entre 2005 y 2013 el control del sector financiero estuvo en manos de funcionarios vinculados directamente a ella y al ex presidente Néstor Kirchner.
En el discurso que detonó el alejamiento de Fábrega, la Presidenta dijo en la Casa de Gobierno, entre otras cosas, que "en el Banco Central hay más de 80.000 expedientes, algunos datan de los años 80, sobre infracciones a la ley penal cambiaria, de exportadores, de bancos, de financieras, que no se tratan".
El organismo encargado de recibir y tramitar las denuncias es la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Allí presuntamente estarían esos 80.000 expedientes, aunque un ex importante directivo del área afirmó: "El número real es bastante inferior".
El ex funcionario, que manejó esos expedientes, afirmó que "es ridículo haber acusado a Fábrega por trabar 80.000 sumarios que, como la propia Presidenta dijo, se acumulan desde los 80". El problema, explicó, "es que el Central tiene que abrir un expediente por cualquier falta cambiaria formal, y cuando llegan a la Justicia, como lo indica la ley, quedan en la nada". El ex director del Central explicó: "Son los propios juzgados del fuero penal económico los que piden que no les manden más infracciones porque no tienen capacidad para procesarlas".