Para atacar a las voces críticas y descargar la responsabilidad de los problemas del país en otros gobiernos o en las empresas privatizadas, los funcionarios nacionales están siempre dispuestos. Pero cuando se trata de comunicar medidas que tienen impacto económico y social, se hacen los distraídos y no dan explicación alguna.
Sin ningún aviso previo y semioculto en el Boletín Oficial, el Gobierno convalidó ayer nuevo ajuste de tarifas que impactará que en los bolsillos de los usuarios y le dará un nuevo empuje a los aumentos de precios. Esta vez le tocó el turno a los peajes de los accesos a la Capital Federal y de las rutas nacionales que comprenden los 6.000 kilómetros más transitados del país.
A partir del 1 de febrero, las tarifas para ingresar y salir de Buenos Aires por los accesos Norte, Oeste y Riccheri registrarán una suba que oscilará entre el 20% y el 50%. A su vez, los usuarios de los corredores viales de rutas nacionales también deberán afrontar un ajuste que arranca en 20%.
Los aumentos–que fueron aprobados tres resoluciones de la Dirección Nacional de Vialidad que depende del ministro de Planificación, Julio De Vido–se suman a la seguidilla de ajustes que el Gobierno viene autorizando y permitiendo desde fines de noviembre.
La serie de aumentos había arrancado en la última semana de noviembre con un alza del 6 al 8% en los combustibles que encabezó la restatizada YPF y siguieron las restantes petroleras. En los primeras horas de este año, las petroleras volvieron a remarcar sus precios entre un 7% y 10%.
Esa suba coincidió con los aumentos del 66% en el boleto del colectivo y del 12% en los pasajes aéreos que aprobó el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo. En el caso de los alimentos y artículos de primera necesidad, la nueva lista de “precios cuidados” que el Gobierno lanzó el 3 de enero mostró aumentos de hasta el 25% con respecto a los valores vigentes en diciembre.
Los nuevos cuadros tarifarios para los automóviles que circulan por los accesos serán los siguientes: - Acceso Norte: el peaje en los ramales Pilar y Campana en el horario pico (de 7 a 10 hacia la Capital y de 17 a 20 en el sentido a provincia) registrará una suba del 23% y pasará de $13 a $16. En el horario normal y los fines de semana, la tarifa subirá de $ 10 a $ 12 (20%).
- Acceso Oeste: en las estaciones troncales de Ituzaingó y Luján, el peaje de los autos trepará durante el horario pico un 20% y cambiará de $ 10 a $ 12. En el resto del día, el incremento será del 25% y la tarifa pasará de $ 8 a $ 10.
- Autopista Riccheri-Ezeiza-Cañuelas: en el horario pico se producirá la suba más alta que llega al 50%. El peaje saltará de $4 a $6. En tanto, en el horario no pico, la suba será del 25% con una tarifa que crecerá de $ 4 a $5.
Los aumentos en los peajes de accesos y rutas se han convertido en algo constante desde 2011. Comparadas con las estaban vigentes ese año, las nuevas tarifas que regirán desde febrero acumulan subas promedios del 140% en las rutas y de hasta el 172% en las autopistas de ingreso a Buenos Aires.
En el caso de la autopista Buenos Aires-La Plata –que fue transferida el año pasado a la provincia– no se descarta un ajuste similar para las próximas semanas. La administración bonaerense de Daniel Scioli ya aumentó los peajes de la autovía 2 y de las rutas atlánticas un 35% a fines de 2013. Además para febrero también se aguarda otro aumento en los peajes de los autopistas urbanas que dependen del gobierno porteño de Mauricio Macri.
Pese a que los funcionarios hacen malabares para no admitir la inflación, las resoluciones que aprobaron los aumentos constituyen un expreso reconocimiento del avance de los precios. Las nuevas tarifas se justifican en “los mayores costos” que se han registrado hasta setiembre en 2013 en los gastos de “operación, mantenimiento y en la ejecución de las inversiones previstas en los contratos”.
