El clima dentro de la AFIP en septiembre de 2010 era el de un auténtico polvorín. Llegaban presiones para que "la línea" presentase un escrito para dar el consentimiento pleno al levantamiento de la quiebra de Ciccone Calcográfica, pero los funcionarios de carrera se negaban a firmar. Hasta que llegó la orden final, relataron por separado tres fuentes del organismo a LA NACION.
"El escrito de la AFIP demoró varios días en presentarse porque no encontraban quién quisiera firmarlo", indicó uno de los informantes, que explicó que, cuando al fin se presentó, incluyó condicionamientos, como aclarar que la venia dependería de que la nueva Ciccone pidiera y obtuviera un nuevo plan de pagos por los millones en impuestos impagos que adeudaba.
Ese primer y condicionado escrito se presentó el 14 de septiembre de 2010. Pero el juez en lo Comercial a cargo del expediente, Javier Cosentino, lo consideró insuficiente. Le reclamó a la AFIP que se definiera, ya que era ese mismo organismo el que dos meses antes había solicitado la quiebra.
Entonces irrumpió Rafael Resnick Brenner, jefe de Gabinete de Asesores del titular de la AFIP, Ricardo Echegaray. "Él fue quien apareció con el escrito con el consentimiento liso e incondicional al levantamiento de la quiebra, y el director de Grandes Contribuyentes dio la orden de presentarlo, aunque los técnicos del área no querían", detalló otro informante.
Con ese segundo escrito, el juez Cosentino inició el levantamiento de la quiebra, aunque el 24 de septiembre de 2010 destacó que resultaba "cuanto menos llamativa" la actuación de la AFIP.
Al ser indagado por el juez federal a cargo del "caso Ciccone", Ariel Lijo, Resnick Brenner afirmó que el jefe de gabinete de Amado Boudou en el Ministerio de Economía, Guido Forcieri, y el socio del vicepresidente, Amado Boudou, José María Núñez Carmona, se interesaron por la suerte de Ciccone, mientras que él le informó de todo a su superior directo, Echegaray.
Aun así, Lijo procesó a Resnick Brenner, mientras que ya citó a indagatoria a Forcieri -que deberá presentarse en agosto- y el fiscal federal Jorge Di Lello pidió que también se cite a Echegaray.
Lijo también procesó a Núñez Carmona, quien en septiembre de 2010 buscó acelerar el levantamiento de la quiebra para subirse al Tango 01 junto al matrimonio presidencial Kirchner, según se jactó ante varios testigos. Para entonces, "Nariga" ya había comenzado a volar por el mundo por cuenta y orden de The Old Fund, cuyo rostro visible es Alejandro Vandenbroele.
Cuando al fin levantó la quiebra, Vandenbroele desembarcó en la nueva Ciccone con un contador marplatense como su número dos, Jorge Enrique Capirone, quien fue socio de Núñez Carmona y empleador de Boudou en la firma Ecoplata. Anteayer, el fiscal Di Lello también pidió indagar a Capirone.
Pero en una entrevista que concedió a la revista Rolling Stone en octubre de 2011, cuatro meses antes de que estallara el "caso Ciccone", Boudou afirmó que no fue empleado, sino socio en esa firma. Dijo que "armó su propia empresa de recolección con unos amigos, Ecoplata, que consiguió la licitación para trabajar en Villa Gesell y Pinamar".
Núñez Carmona lanzó sus propias palabras incriminatorias poco después de que se levantó la quiebra. Reunido con un director de Boldt, Guillermo Gabella, le dijo que debían entregar la planta que Boldt había alquilado. Le anunció: "Compramos Ciccone"..
