La medida precautelar dictada por el juez Francisco Terrier quedó atrapada, igual que todo elconflicto docente , en un limbo. Por un lado, esta mañana será sorteado otro juez, que revisará la resolución y podrá dictar (o no) otra cautelar. Por el otro, los docentes afirman que tienen derecho a no cumplir aquel fallo, que califican de "inconstitucional".
Los gremios acusaron a Terrier de ser un "títere de Daniel Scioli" y de haber actuado con "parcialidad". Por eso, ayer, el juez buscó tomar distancia del gobierno. "El defensor del pueblo presentó el amparo el viernes. Como estaba de turno, tenía que resolver con urgencia y dicté la medida precautelar. Pero ahora lo envío a sorteo y será el nuevo juez el que podrá o no confirmar la medida", dijo.
Durante todo el día, Terrier se esforzó por llevar una dosis de mesura al conflicto: dijo que el fallo "reconoce el derecho de huelga", afirmó que los docentes cobran "bajas remuneraciones" y explicó que dio "prevalencia al derecho de los niños a recibir educación". Pero los gremios no le creyeron.
Como consecuencia de esa cautelar, Scioli convocó a los docentes a retomar la paritaria en una reunión que no se hará hoy mismo, como se suponía, sino mañana. Scioli no renuncia a fijar los tiempos. Pero los docentes también aportaron un puñado de granos de arena para agravar la incertidumbre: anunciaron que resistirán y que continuarán con el paro.
NOTIFICACIÓN
Algunos sindicatos docentes, para ahorrarse críticas, aseguraron que no habían sido notificados de la resolución. Algo que el juez Terrier reconoció que pudo haber ocurrido, porque las notificaciones se hicieron en los domicilios, tal vez equivocados, que denunció la Defensoría del Pueblo. Pero otros gremios fueron tajantes. Así, la secretaria general de Suteba, María Laura Torre, ratificó la "continuidad del paro" y dijo que "el fallo cercena el derecho a huelga".
Un argumento similar ya habían expuesto los gremios docentes cuando, días atrás, desobedecieron la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de la provincia. Con el argumento de que Trabajo es juez y parte, se retiraron de la mesa de negociación. Si bien una decisión semejante expone al gremio a perder la personería, los sindicatos saben que la Justicia siempre demora años en disponerlo.
Ahora, sin embargo, ya no está desobedeciendo una resolución de Trabajo, sino un fallo judicial. El defensor del pueblo de la provincia de Buenos Aires, Carlos Bonicatto, pidió a los docentes que lo acaten, porque lo contrario sería "desconocer" que viven "en un Estado de Derecho".
Es cierto que desoír un fallo no tiene un costo penal elevado. Y, además, los docentes calculan que si algún funcionario los denunciase por el delito de desobediencia (artículo 239 del Código Penal), sólo los victimizaría aún más.
Pero ¿acaso los docentes creen apropiado enseñar que cualquier medio es bueno para lograr el fin ansiado, que es el aumento? ¿No será mejor volver a dialogar?.