“Se acabó la ficción. Comenzó la realidad”, sintetizó uno de los asesores más cercanos a Jorge Capitanich ante su jefe, a primera hora de la mañana de ayer. En la Jefatura de Gabinete sabían que el encantamiento que recubrió los primeros diez días de gestión se evaporaría más temprano que tarde. Y ese día llegó: los saqueos de Córdoba y el choque público con José Manuel de la Sota oficiaron de campanadas de las doce de la noche. La carroza se convirtió en calabaza y Capitanich tuvo que chapotear por primera vez en el barro desde su segundo desembarco en Balcarce 50.
Un secretario de Estado utilizó una metáfora meteorológica. “Esta vez comenzó todo más temprano.
Va a ser un diciembre muy caliente ”, se sinceró ante Clarín. No se refería al clima sino a la temporada alta de tensión social y saqueos.
No fue la única señal. Anoche, se reunieron el secretario de Seguridad, Sergio Berni; el ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados; el jefe de la Policía provincial, Hugo Matzkin, y el director de Gendarmería, Enrique Alberto Zach. Acordaron integrar a partir de hoy un “Comando Conjunto de Operaciones“, una fuerza mixta con base en La Matanza para monitorear el área metropolitana.
Anteayer, cuando comenzaron los incidentes en Córdoba, Granados ordenó enviar un radiograma de alerta a todas las jefaturas departamentales de la Policía para redoblar la atención ante cualquier situación de conflicto. Decenas de piquetes tapizaban el sur del conurbano en zonas sin luz ni agua desde el temporal del lunes.
“El caldo de cultivo para el estallido está más fuerte que nunca. Pero, al contrario de otras veces, no hemos recibido ningún llamado ni de la provincia ni de la Nación para coordinar acciones. Estamos recorriendo los barrios y encima de la gente para evitar el desborde”, describió la situación un intendente, que en las últimas horas distribuyó alimentos y agua en los barrios donde se acumula la bronca por los cortes.
Una de esas zonas es Glew, donde en la madrugada de ayer el dueño de un supermercado chino resultó muerto tras resistir a los tiros el robo de su local, que terminó incendiado por los asaltantes (ver pág 5). Tanto en el municipio de Almirante Brown como en el gobierno provincial insistían en que se había tratado de un hecho delictivo y no de un intento de saqueo.
De cualquier forma, Daniel Scioli reconoció ayer que su gobierno está“muy atento” para “descomprimir la situación de reclamo social que se genere y dar la contención necesaria”. Y agregó: “Siempre hay grupos que aprovechan circunstancias vandálicas”.
Desde el Ministerio de Seguridad, en el que ayer asumió María Cecilia Rodríguez, también partió la orden de reforzar la presencia de gendarmes en los municipios de José C. Paz y Malvinas Argentinas, así como en los barrios más calientes de Cipolletti y Bariloche. Este última fue el epicentro de la temporada de saqueos navideños 2012, una saga que derivó en la destitución del intendente Omar Goye mediante un referéndum.
Ayer mismo, el gobernador de Mendoza, Francisco “Paco” Pérez, se comunicó con Berni, para pedirle reforzar con Gendarmería la guardia en supermercados y centro comerciales de los alrededores de la capital provincial, según pudo saber este diario.
Los gobiernos de Santa Fe, Chubut y Tucumán anunciaron para los próximos días despliegues especiales de sus fuerzas policiales, que en algunos casos serán estimuladas con refuerzos salariales en buscar de mantener la paz social en los últimos días del año.
