La ley que anunció Mauricio Macri para que los edificios de más de seis pisos en la Ciudad cuenten con un grupo electrógeno obligatorio se trataría después del verano.
La semana pasada, Macri culpó al Gobierno nacional por los cortes de luz que se vienen sucediendo en días de altas temperaturas y sostuvo que son producto del "fracaso de la política energética".
Para contrarrestar la crisis energética, anunció el proyecto para que los edificios tengan grupo electrógeno para garantizar el uso de agua y ascensor, y aseguró que la financiación correrá por cuenta de una línea especial de créditos del Banco Ciudad.
Pero el proyecto aún no fue presentado formalmente. La semana pasada, la legisladora macrista Raquel Herrero envió un comunicado en el que anunciaba la presentación del proyecto, aunque en realidad su proyecto ya tiene un año y medio. En tanto, hace tres años que el entonces aliado Juan Pablo Arenaza, hoy en las filas del PRO, presentó un proyecto similar que Macri omitió.
El nuevo proyecto que enviará el gobierno porteño sufriría algunos cambios, por los que únicamente los edificios que se construyan después de la sanción de la ley estarán obligados a comprar un grupo electrógeno.
Más allá de estos cambios, lo curioso es que la ley se trataría una vez que ya hayan bajado las olas de calor. Es que este año la Legislatura ya no tendrá más sesiones y el período de sesiones ordinarias se abre recién en marzo. Y para sancionar una ley en enero o febrero, el PRO tiene que convocar a una sesión extraordinaria. Varios legisladores de esa bancada dijeron a LPO no existe el plan de sesionar en enero o en febrero.
De esta manera, la solución que planteó Macri para la crisis energética deberá esperar el paso del verano. Mientras, la iniciativa ya recibió varias críticas. Adrián Hilarza, titular de la Asociación Civil de Administradores de Consorcios aseguró que “colocar un equipo por obligación sería una barbaridad”.
Es que más allá de las líneas de crédito del Banco Ciudad, la adquisición de los grupos electrógenos recaería en los propietarios e inquilinos de los edificios, por lo que las expensas que pagan cada mes se podrían ir a las nubes.
Hilarza indicó que un equipo para un edificio de seis pisos, con unos 20 departamentos, cuesta alrededor de 100.000 y 120.000 pesos, además de las dificultades de ubicación para la instalación. El gasto operativo de esos artefactos no es menor al de 10 pesos por hora, si se tiene en cuenta que los generadores consumen un litro de nafta por hora.
"Me parece una medida para la tribuna, la gente no puede seguir cargando más costos y delegar el control de las empresas de energía", sostuvo el representante de los consorcistas.
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